La familia Rus fue uno de los grupos pioneros dedicados a la fotografía en Barcelona, desde la década de los 80 del siglo XIX hasta la segunda década del siglo XX. Los Rus fueron a la vez vendedores de productos, experimentadores en técnicas y materiales, fotógrafos y operadores de cinematógrafo.

De los seis hijos de la pareja formada por Fernando Rus Cózar y Anna Busquets Cózar, ha sido Fernando, el mayor, quien ha pasado a la historia como pionero de la imagen en Cataluña. Por parte de la saga paterna, en 1877 Rus Cózar ya anunciaba su droguería como un establecimiento que vendía productos fotográficos. Diez años más tarde el negocio había prosperado en la calle Sant Pau y cambió el nombre por el de Casa especial en artículos para la fotografía Fernando Rus. En la misma calle, la familia materna, con Antoni Busquets a la cabeza, regentaba un negocio de productos y aparatos fotográficos. Tras la muerte del patriarca Rus en 1894, la tienda fue rebautizada como Viuda de Fernando Rus y desde 1912, al faltar Anna Busquets, como Hijos de Fernando Rus.

No es extraño pues que Fernando Rus Busquets se dedicara plenamente a la imagen, teniendo en cuenta el ambiente donde nació y creció. En el ámbito fotográfico, se implicó con el asociacionismo incipiente formando parte de la Sociedad Fotográfica Española, fundada en 1891. En el concurso organizado ese año por la sociedad ganó la medalla de plata.  

A inicios de siglo el fotógrafo ganaba diferentes premios fotográficos. En 1902, en el concurso organizado por el Institut Agrícola Català de San Isidre. Al año siguiente ganó una de las medallas de bronce del concurso nacional de fotografía del Centre de Lectura de Reus.

La difusión de su obra llegó al público gracias a la estrecha relación con la Editorial Antonio López y a través de dos canales, el editorial y la prensa. En el campo editorial fue el fotógrafo de la serie de álbumes Barcelona a la vista publicados entre 1896 y 1897. De temática variada, la colección reunió los principales edificios y monumentos, imágenes de las calles de diferentes barrios y escenas costumbristas. Tres años después, aportó fotografías a la Junta de Museus de Catalunya para los álbumes de la Exposición de Bellas Artes celebrada en 1898.

La mirada de Rus Busquets se fijó en la actualidad y captó algunas de las primeras fotografías informativas en Barcelona, como el entierro de Frederic Soler (1895), la nevada del 1887 o el entierro de Francesc Rius Taulet (1889). Durante la última década del siglo XIX ya publicaba en la prensa, a menudo trabajando con Federico Fernández Gimisó, operador de la empresa. En 1900 destaca la serie sobre un eclipse de sol que publicaron en diferentes medios.

Dos años más tarde, en 1902, Rus Busquets abría negocio propio en la Ronda Universitat. Aquel año la revista ¡Cu-Cut! lo califica como “nuestro inteligente colaborador artístico” y también publica ocasionalmente en revistas como La Ilustración Artística.

Para seguir su pista hay que sumergirse en L’Esquella de la Torratxa y La Campana de Gràcia, donde publicó imágenes de actualidad. En el caso de L’Esquella, también se han localizado retratos en la sección “Les grans figures” y fotografías estereoscópicas de paisajes y costumbres.  F. Rus es firma habitual del semanario a lo largo de la primera década del XX.  

Rus Busquets también fue uno de los pioneros del cine. Según Luisa Suárez, el 1899 formó parte de la Sociedad Cinemática Internacional. Su contribución se materializó en filmaciones de zonas emblemáticas y de informaciones de actualidad de Barcelona. Murió en Cuba el 1914. Dejaba viuda, Irene Casasa Vendrell, y un hijo.

Una parte de su obra se encuentra depositada en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona.