Alejandro Antonietti
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Tan solo las páginas de la prensa y unas pocas pistas dejan constancia de la existencia del reporter gráfico Antonietti, firma regular en la prensa barcelonesa de las primeras décadas del siglo pasado. Un profesional que, además del fotoperiodismo, hizo imágenes para postales turísticas y regentó una galeria-tienda donde se realizaban exposiciones de fotografía y pintura.
La familia Antonietti llegó a Barcelona procedente de Italia a mediados de la década de 1870. Alessandro fue el segundo hijo de una familia humilde que habitaba en el Distrito Vº y ya desde joven conectó con círculos próximos al proletariado ilustrado y la pequeña burguesía laicizante barcelonesa.
Sus primeros pasos en el campo de la fotografía están vinculados al pedagogo Pau Vila y a la Escuela Horaciana. Entre 1906 y 1912 se encargó de documentar gráficamente diversas actividades culturales impulsadas por el centro escolar, como excursiones a la naturaleza y exposiciones de dibujo que hacían los alumnos.
Paralelamente se animó a probar fortuna como reporter gráfico, ofreciendo sus clichés a diferentes diarios y revistas. De la primera década del siglo también es destacable el álbum que realizó durante la Semana Trágica.
La firma Antonietti aparece, con más o menos regularidad, en la revista satírica La Campana de Gràcia, en la revista católica La Hormiga de Oro, el suplemento ilustrado del diario El Diluvio, en el diario La Tribuna, en la revista La Ilustració Catalana y en su suplemento mensual Feminal hasta el año 1915. Ese mismo año también trabajó puntualmente como fotógrafo para la Mancomunitat de Catalunya y, meses más tarde, vislumbrando nuevas oportunidades profesionales, el fotógrafo se trasladó a vivir a Palma de Mallorca.
Desde la isla, Antonietti publicó en la prensa diaria en contadas ocasiones, y consiguió vender algunas fotografías a la revista El Viajero. A partir de entonces su vida entró en una etapa de viajes constantes, en función de los encargos que recibía. El año 1919, por ejemplo, lo pasó recorriendo el norte de la Península Ibérica, haciendo postales de edificios y paisajes.
Durante la primavera de 1920, instalado de nuevo en Barcelona, ya casi no publicaba en los medios y decidió cambiar de rumbo sin abandonar del todo la profesión. Así, en 1923 abrió una galería-tienda de fotografía y arte, la Galería Fotográfica Antonietti, en la calle Banys Nous, 22. El establecimiento adquirió muy pronto cierta reputación en los círculos de fotografía barceloneses, aunque con el tiempo se centró en organizar exposiciones pictóricas.
Ricard Coll Antonietti