Joan Rovira

Barcelona, 1895 – Barcelona, 1930

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Joan Rovira nació en Sants el año 1894 y murió repentinamente de un ataque de apoplejía a los treinta y cinco años.  Fundó con Gabriel Casas la agencia gráfica Foto-Sport a través de la cual servían imágenes a un puñado de publicaciones: la revista especializada La Jornada Deportiva, los semanarios gráficos Mundo Gráfico o Crónica, los diarios barceloneses La Vanguardia y La Publicitat, la revista cultural Mirador, o los diarios Excelsior de Bilbao o El Heraldo  de Madrid, entre otros. Se dedicó a la información de actualidad, y se especializó en fotoperiodismo deportivo. El ciclismo era su gran debilidad y cubrió todas las ediciones de la Vuelta Ciclista a Catalunya desde 1914 hasta su muerte.

Muy vinculado a Sants y de fuertes convicciones catalanistas, durante la dictadura de Primo de Rivera fundó una escuela catalana, que mantenía prácticamente solo. En una de las necrológicas que le escribieron, el periodista Domènec de Bellmunt – pseudónimo de Domènec Pallerola–, con quien habían compartido muchos reportajes, destacaba especialmente este aspecto: “Tenemos que explicar a nuestros lectores quien era Joan Rovira Girau y por qué tenemos el deber de  rendirle el homenaje póstumo de nuestro respeto y admiración. Rovira, casado, padre de dos pequeños, reportero que vivía de sus trabajos y de algunos anuncios, hacía seis años que mantenía él solo una escuela catalana en Sants. Cuando con el vendaval de la dictadura se dispersaron en desbandada muchos catalanistas de boquilla, el pobre Rovira, el trabajador Rovira, el reportero Rovira, que no aspiraba a ninguna regiduría, apuntaló con su economía la escuela catalana Sang Nova, dando ciento cincuenta a dos cientas pesetas mensuales. ¿ Sabéis qué representa para un obrero que vive de sus ganancias cotidianas un esfuerzo como este? Representa sencillamente una dosis de catalanidad formidable, representa un optimismo ilimitado, representa una buena fe ejemplar que es un estímulo y un aliento en los momentos de duda y escepticismo en la voluntad colectiva de nuestro pueblo”. 

Rovira dejaba viuda y dos hijos. Durante los meses siguientes se inició una campaña de ayuda para la familia de parte del Sindicat de Periodistes Esporitus, del Sindicat Professional de Periodistes y de diversas entidades del barrio de Sants.

Su archivo no ha sido localizado, y solamente se pueden ver fotografías suyas en las páginas de diarios y revistas de época.