El primer número de Companya. La Revista de la Dona  salió el 11 de marzo de 1937. Tuvo una periodicidad quincenal hasta enero de 1938 y después fue semanal. Se publicaron 18 números, hasta el 8 de marzo de 1938. Producida en  Barcelona, también se distribuyó por otras poblaciones catalanas. El equipo de redacción estaba formado por M. Lluïsa Algarra, M. Lluïsa Bargés, Aurora Bertrana, Lena Imbert, Eloïna R. Malasechevarría y Montserrat Martínez.

La revista fue el órgano de la Unió de Dones de Catalunya (UDC) que dirigía M. Dolors Bargalló. En aquel momento la asociación tenía más de 30.000 afiliadas de diferentes ideologías unidas por el antifascismo, aunque las comunistas tuvieron más influencia en la estrategia. La acción de la UDC se basó en la movilización de la mujer en la retaguardia.

Companya fue un magazín ilustrado de pocas secciones fijas (el editorial, la página de actualidad, la dedicada al hogar y la moda o las colaboraciones literarias) y muchas poco definidas y sin continuidad. También dedicó números monográficos a la infancia, el aniversario de la URSS o el último al Día internacional de la Mujer. Respecto al diseño tuvo tres etapas claramente diferenciadas por la portada.

La primera, de los números 1 a 8, fue concebida por Michel Friedfeld, brigadista francés y miembro del Sindicat de Dibuixants de la UGT. Se caracteriza por el uso  del color, el fotomontaje en la portada y la contraportada, la riqueza de la composición en el interior (distribución de fotografías, uso de las filigranas e ilustraciones prácticamente en todos los artículos).  Friedlfeld firma la cubierta y algunos dibujos y, aunque la mayoría de fotografías se publican sin firma, se pueden recorrer los trazos de la desconocida firma Wa-Ro, i les colaboraciones esporádicas de Torrents, Capella, Campañà, Sánchez Català o Piquet. En cuanto a los dibujos colaboran Tísner, Goñi o Josefa Maynadé.

A partir del número 9 y hasta el 15 no se firma ninguna fotografía y la portada incluye una imagen con un fondo en color. En general se aprecia un descenso de la calidad y el dominio de la técnica y desaparece el fotomontaje. Finalmente, en los tres últimos números se opta por una fotografía ocupando toda la cubierta y en el interior se mejora la distribución de imagen y texto.