Diario de Barcelona

Barcelona, 1792 – 1994

Uno de los diarios de trayectoria más extensa del periodismo occidental, nació en 1792 en Barcelona gracias al tipógrafo napolitano Pere Pau Usson. Tras dos siglos de historia en diferentes etapas, y evidentemente contexto, desapareció definitivamente en 1994. En 1814 fue adquirido por Antoni Brusi Mirabent, que lo dejaría como herencia a sus descendientes. Fue tal la vinculación de la familia con el rotativo que, con el tiempo, la histórica publicación se conocía popularmente como “El Brusi”. A lo largo del siglo XIX el diario fue de tendencia monárquica, liberal-conservadora, por lo que tuvo garantizada la continuidad en el tiempo. 

A partir de 1965 Joan Mañé i Flaqué fue el director hasta 1902, convirtiéndolo en uno de los medios más influyentes del momento. Con su muerte empezó una etapa de decadencia, agravada en 1906 tras la marcha del entonces director Miquel dels Sants Oliver, junto con Joan Maragall y parte de la redacción. Las primeras décadas del siglo XX  no fueron demasiado destacables a nivel de contenido para el diario decano, que vivió básicamente de su pasado esplendoroso mientras otras publicaciones se consolidaban. Durante la guerra civil primero fue órgano de Estat Català y después un pequeño diario autogestionado sin importancia que cerró en octubre 1937 hasta noviembre de 1940. Fue entonces cuando reapareció de la mano de Miquel Mateu, primer alcalde franquista de Barcelona y principal accionista del diario, quien lo relanzó con el nuevo régimen. 

Más de dos siglos de historia dan para diferentes cambios en el subtítulo, diversas modificaciones de formato, única edición de mañana, o bien tres ediciones de mañana, mediodía y tarde, o dos de mañana y tarde, y también para algunos cambios de idioma aunque principalmente se publicó en castellano y en algunas etapas en catalán. Observar los ejemplares de Diario de Barcelona es también un viaje por la evolución, no solo de los contenidos, sino también de la distribución de la información y la incorporación, lenta pero progresiva, de la ilustración y posteriormente de la fotografía con la llegada del siglo XX. 

El uso moderno y habitual de la fotografía no llegó hasta 1920 en la sección “Notas de Arte” y se trata de reproducciones de obras artísticas, ya sean pinturas, esculturas o imágenes arquitectónicas. Al año siguiente ya aparecen fotografías en la portada, normalmente una, convirtiéndose en un rasgo característico del diario. En un primer momento son imágenes de internacional o de arte. Pero muy pronto las fotografías ya se centran en sucesos o retratos de políticos y actos sociales de todo tipo, siempre desde una perspectiva que podemos considerar institucional. En pocos meses se incluyen imágenes en algunas páginas interiores, siempre firmadas por el mismo autor contemplando así la figura del fotógrafo de plantilla. 

Localització: Arxiu Històric Ciutat de Barcelona.

 

[Font: elaboració pròpia i Huertas, Josep M. (dir) (1995): 200 anys de premsa diària a Catalunya (1792-1992). Barcelona: Fundació Caixa de Catalunya.]

Fotógrafos: